Publicación (en ingles) - CHATHAM HOUSE y ONUDI

LA ECONOMIA CIRCULAR EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE - OPORTUNIDADES PARA CONSTRUIR RESILIENCIA

• La economía circular ha ganado protagonismo en América Latina y el Caribe (ALC) en los últimos años como un enfoque para el desarrollo sostenible. Los países de la región han implementado o están planeando nuevas políticas económicas, iniciativas públicas y hojas de ruta circulares. 
• La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto importantes deficiencias en la economía lineal – la vulnerabilidad de las cadenas globales de valor, el agotamiento de los recursos y la exacerbación de las desigualdades sociales. La economía circular ofrece un marco alternativo para un modelo de economía más resiliente e inclusiva en los países de ALC.
• Una transición exitosa hacia la economía circular en ALC dependerá de la adopción generalizada de tecnologías Industria 4.0. Industria 4.0 es un habilitador clave de la economía circular, permitiendo que los nuevos modelos de negocio sean rentables reduciendo los impactos ambientales. Los gobiernos de ALC deben apoyar una transición económica circular a través de una lente tecnológica, para garantizar tanto el valor agregado y la sostenibilidad.
• Los países de ALC deben invertir más en investigación y desarrollo para aprovechar al máximo las tecnologías de la Industria 4.0 y aplicarlas a una transición económica circular. La inversión en ciencia y tecnología sigue siendo comparativamente baja, equivalente en promedio a solo el 0,66 por ciento del PIB en toda la región, con las empresas (públicas y privadas) financian sólo alrededor del 36 por ciento de esa participación.
• Las consideraciones de justicia social y ambiental son de igual importancia en. El modelo de economía circular. Un enfoque de “transición justa” es importante para garantizar que la economía circular no perpetúe las desigualdades existentes del modelo económico lineal, o dañar los medios de subsistencia a través de nuevas tecnologías y la automatización de puestos de trabajo. Un enfoque de la economía circular basado en la innovación social en la región de ALC puede reducir la pobreza al mismo tiempo que promueve el desarrollo humano y patrones de consumo sostenibles para una sociedad más resiliente e inclusiva.
• Buena gobernanza y establecimiento de instituciones transparentes y basadas en normas a nivel nacional son cruciales para una transicion en la región a la economía circular exitosa e inclusiva. Proporcionar un entorno de inversión estable y mercados que funcionen para los negocios, así como abordar la desigualdad, es crucial para el éxito. A nivel regional, se pueden diseñar estrategias para asegurar que los países se coordinen para apoyar a las regiones nacionales y subnacionales en la transición.
• La situación financiera actual para la economía circular en la región de ALC se limita principalmente a la provisión de financiamiento internacional para el desarrollo de gestión de residuos y reciclaje, que se encuentran en el extremo inferior de la valorización jerárquica dentro de la economía circular. Durante la próxima década podría haber cambios sustanciales en toda la región en la gestión de residuos, que necesitarán ser financiadas. Es importante atraer inversiones tanto nacionales como extranjeras más allá del sector de la gestión de residuos para hacer la transición hacia una economía circular posible.
• Las tres grandes áreas industriales prioritarias para la economía circular en ALC se encuentran el sector minero y extractivo, la gestión de residuos y el reciclaje y la bioeconomía. Prácticas de economía circular en el sector de la minería son esenciales para reducir los impactos ambientales y los riesgos sociales. También mejorarán la competitividad del sector ya que la demanda de materias primas caídas de metales y minerales por la minería urbana y avances en la reutilización de productos, tecnologías de recuperación y reciclaje de materiales. En la gestión de residuos y reciclaje, las prácticas de economía circular podrían reducir la cantidad de residuos que se depositan en vertederos o se queman. Mientras tanto, la bioeconomía ofrece grandes oportunidades para sistemas alimentarios y agricultura sostenibles en la región, lo que puede ayudar a evitar las compensaciones entre lo económico, lo social y lo objetivos ambientales.